domingo, 5 de agosto de 2012

LA MUERTE DE RUBEN BERMUDEZ MEZA, SAN PEDRO SULA, 1930



Rubén Bermúdez Meza, contrajo nupcias con la profesora, más tarde escritora y gran feminista, Graciela Bográn. El destino trágico que habitaba en Rubén, terminó separándolos. A su muerte, doña Graciela recuerda esos momentos con una altura y un temple poco vistos en mujer alguna:

“Hoy hace dos años que en un día gris, su cuerpo ya sin aliento, encerrado en una caja de madera, fue llevado al cementerio bajo el sudario frío de una lluvia doliente, como llanto vertido por las cuencas del infinito.

Desde mi casa, muda y desolada, seguía la marcha de la fúnebre procesión. Cuando las campanas de la iglesia soltaron sus lamentos, de tal modo repercutieron en mi pecho, que creí que incapaz de contener tanto dolor, mi corazón estallaría en un desgarramiento de sus fibras. A lo lejos vi perderse la muchedumbre enlutada y los carros cargados de coronas de ciprés salpicadas de rosas blancas y heliotropos lilas.


Seguí largo rato inmóvil, con la mirada perdida en la lejanía, mientras con la imaginación seguía la marcha del cortejo.


En estos momentos- me decía- pasa bajo las acacias de la Avenida…ya traspasa la puerta del campo santo… se detiene frente a la fosa… la tierra lo cubre ya y lo acuna en sus seno de madre…Todo esta consumado.”

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