domingo, 5 de agosto de 2012

LA RAZON POETICA DE RUBEN BERMUDEZ MEZA

Rubén Bermúdez Meza, al centro, en la nieve de Boston



Cuando realizábamos investigaciones para escribir nuestro ensayo “Herencias y Huellas del Cosmopolitismo Modernista en la Poesía Hondureña del Siglo XX” nos encontramos con una interrogante bastante compleja : ¿ porqué Rubén Bermúdez Meza, habiendo vivido por más de diez años en Massachussetts, EE.UU y nutrido su formación intelectual con lecturas de obras de escritores norteamericanos de esa época, no volcó en su obra poética, madura y nóvel, una influencia cosmopolita, como otros autores hondureños, que como  él, tuvieron el privilegio de viajar y residir en países extranjeros?

Tal interrogante se despejó un día cuando en mis manos cayó una carta que Bermúdez Meza, escribiera a su coterráneo Froylán  Turcios. La carta en mención apareció publicada en “Ariel”, la exquisita revista literaria que por muchos años dirigiera Turcios en Tegucigalpa, en su primera etapa. Fue fechada en San Pedro Sula, sitio de residencia habitual de Bermúdez Meza por entonces, el 18 de abril de 1926. Para efectos de estudio, la reproducimos textualmente:

San Pedro Sula, abril 18, 1926

Don Froylán Turcios

Mi querido amigo:

            Te envío, para tu exquisita Revista Ariel, un mediocre poema que le he endilgado al Río Ulúa. Si tienes la paciencia y el tiempo desocupado, te suplico leerlo; y si lo encuentras aceptable, publicarlo.
            Últimamente me he salido de la norma vieja de la prosa, y ha versificado algo. Público de tarde en tarde <cosas> en El Norte; de  Vidal Mejía. Quien sabe si habrás leído algunas. Escribí un canto al cerro de Pijol, austero gesto petrificado que ataja el avance del Valle de Morazán hacia el sur;  y he resuelto, hasta cierto punto imitando una tendencia tuya, cantar, en estrofas adecuadas a los detalles más nobles del terruño,  en la creencia de que, paralelamente con la labor literaria, se realiza una labor patriótica. Creo haber sorprendido esta tendencia en tus versos y tus prosas de hondo romanticismo regional cuando hablas de Olancho.
            Envíame Ariel. y, espiritualmente, acepta mi abrazo fraternal sobre la distancia
R: Bermúdez.


De esta carta podemos deducir que Bermúdez Meza, creía que la labor literaria debería aparejarse a una labor patriótica, al  cantar con “estrofas adecuadas los detalles más hermosos del terruño”,
 tendencia que él observaba y admiraba en la obra de Turcios, especialmente en los poemas y las prosas de “Tierra Maternal”, obra que el recio olanchano publicara en Tegucigalpa en 1911.                                   

En pocas palabras pues, los cantos terrenales de Turcios marcaron en Bermúdez Meza una influencia que sirvió de puente y basamento a una razón poética centrada en lo cotidiano y nacional.

Dos poemas de Rubén Bermúdez, ejemplifican magníficamente tal tendencia: “Mi poema al río Ulúa”, épico, a la mejor usanza lírica, y su poema al Pijol,“ austero gesto petrificado que ataja el avance del Valle de Morazán hacía el sur” para decirlo con sus propias palabras.

En ambos poemas hay un desbordamiento lírico que los vuelve copiosos; una animosidad interior a exaltar la naturaleza y su virtud creadora.

Para rematar, basta decir que Rubén Bermúdez Meza, escogió una profesión que linda con los aspectros naturales de la tierra y sus más preciados tesoros: Ingeniería en Minas, tendencia que de alguna manera inclinaría también, su corazón rumoroso y sensitivo, hacia el canto épico de las cosas majestuosas y terrenas de este mundo.

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