La Oficina Hondureña de Cooperación Intelectual, conocida por sus siglas OHCI, fue fundada en 1949, en los primeros meses de gestión del nuevo presidente hondureño, Juan Manuel Gálvez. Manejaba los intereses culturales del Estado Fue el organismo antecesor de los que ahora es el Ministerio de Cultura en Honduras.
Su primer Director sería el intelectual nacionalista, Humberto López Villamil, hombre con experiencia en las lides culturales y editoriales. Muy pronto, los escritores hondureños, comenzaron a recibir los beneficios de esta Oficina, al ver publicados su libros y trabajos culturales. El libro que ilustra este artículo, es un ejemplo de ello.
Algunos libros editados por la OHCI:
1950: Guillén Zelaya en el neomodernismo de América, por Eliseo Pérez Cadalso.
1951: Después de la siega, de Roberto Zepeda Turcios.
1952: La tristeza de la cumbre, de Alonso A. Brito (foto); Humus, Víctor Cáceres Lara; Senderos, de Angel Pordirio Sánchez
1953: Relatos hondureños, Angel Porfirio Sánchez.
1954: No hay registro alguno.
En 1956, la OHCI, seguía viva, pero ya su trabajo y dedicación se estaba politizando, tal como lo comprueba la publicación de este libro, editado en tiempos de Julio Lozano Díaz y que se usó para polemizar con el político liberal más prominente de entonces, Ramón Villeda Bermúdez.
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